"BUSCAMOS, LOCALIZAMOS E IDENTIFICAMOS QUÉ ESTRESORES DIGITALES PUEDEN SER SUSCEPTIBLES DE LOS PARTICIPANTES Y ANALIZAMOS CÓMO INFLUYEN EN LA PRODUCTIVIDAD LABORAL"

Entrevistamos a la investigadora Beatriz Picazo, miembro del Observatorio de la Especificidad de Fundación CIEES, del Grupo de Entidades Sociales CECAP. Con sus estudios se pretende aminorar el estrés digital para beneficiar a nuestros participantes en su productividad en el trabajo.

Beatriz Picazo es investigadora de la Universidad Miguel Hernández de Elche y profesora asociada en el área de Organización de Empresas de la misma Universidad. Imparte asignaturas relacionadas con la dirección estratégica y la organización de empresas. En el Parque Científico tiene un puesto en el Área de Desarrollo Empresarial y se encarga de temas de transferencias del conocimiento, investigación relacionada con la innovación en las empresas.

¿Qué relación tienes con el Grupo de Entidades Sociales CECAP?

Mi relación con CECAP vino a raíz de mi director de tesis, Antonio Verdú, porque él tenía ya trato con esta entidad, y porque mi proyecto de tesis doctoral trata de la medición del estrés digital en los diferentes colectivos de personas, y observar la relación que tiene ese estrés con la productividad. Esta medición la estamos llevando a cabo en empresas relativamente grandes, entre ellas una multinacional americana.

En un momento determinado se me plantea, al ser socióloga y tener recorrido con colectivos vulnerables y dedicarme a la parte de lo social, que podría complementar el proyecto de investigación con CECAP. A partir de ahí enfocamos una parte de la tesis en el colectivo de personas que pertenecen al programa de empleabilidad y mejoral laboral de CECAP.

¿Estás investigación que estáis desarrollando llegarán a beneficiar a nuestros participantes?

El objetivo es localizar e identificar qué estresores digitales pueden ser susceptibles de las personas que participan, y cuando lleguen a los puestos de trabajo a realizar sus actividades diarias, analizar cómo influye ese estrés digital en la productividad. Por tanto, el actor principal aquí es el participante del programa porque si sabe identificar ese estresor digital podemos establecer unas medidas de contingencia; se puede trabajar en aminorarlo y, por tanto, tener una mejora en su puesto de trabajo y redundar en la productividad.

De todo esto, en el año 2019 se llevaron algunos resultados a un congreso del CSIC en Madrid y a partir de ahí estamos trabajando en la segunda fase en la que, además, van a participar de manera pormenorizada diferentes participantes. Con una metodología específica, por el colectivo que es, les vamos a entrevistar. Lógicamente tiene que tener su “feedback” de esto. Se les está implicando y son conocedores prácticamente desde el principio.

¿Cómo te sientes al trabajar mano a mano con nuestros participantes?

La verdad es que yo estoy súper contenta. Creo que es una parte muy importante en mi vida. Siempre he estado con los colectivos más vulnerables de alguna y otra manera, porque escogí la carrera de sociología por algo, es completamente vocacional, y ahora tengo una oportunidad magnífica de poder trabajar con ellos en la parte de investigación.

Me siento muy privilegiada de poder llevar esto a cabo y de poder ayudar. A poco que se haga ya se está ayudando. Y se les está dando una visibilidad porque, por todo lo que hemos estado revisando en bibliografía científica, hasta el momento, se trabaja mucho con estos colectivos pero desde la parte del estrés digital y más en los momentos en los que estamos ahora, no hemos encontrado estudios similares. Esto implica una mayor dificultad a la hora de enfocar las cosas y probar pero pensamos que, a poco que se haga, les va a ayudar. Por tanto, me siento muy contenta, satisfecha con los pasitos que vamos dando y una privilegiada poder trabajar con este colectivo.

¿Cuál es le rumbo del Observatorio de la Especificidad?

A mí me gustaría que fuese el referente, a nivel nacional por supuesto, y uno de los principales en el entorno europeo y latinoamericano, por las relaciones que actualmente estamos manteniendo entre nuestros dos continentes. Creo que cuenta para ello con los recursos de personas, pero falta la parte económica que entiendo se está luchando desde dirección. Lo veo como un referente y me gustaría seguir perteneciendo a al Observatorio y poder seguir ayudando en la medida de mis posibilidades y desde mi humilde aportación.