El pasado viernes, en la mesa temática denominada "Efectos de la crisis en la PYME y cómo afrontarla" descubrimos las debilidades del tejido empresarial, compuesto en un 99,9% por pequeñas y medianas empresas. Su impacto local y la falta de canales de venta digitales, han minado de manera sustanciosa sus ventas, especialmente en el sector servicios, ya que la presencialidad no ha sido posible en determinadas fases del estado de alarma.
Pudimos conocer los principales instrumentos de los que disponen para afrontar la crisis sanitaria y, por ende, financiera. Los préstamos ICO y los ERTEs. Los primeros están presentando serías dificultades, tanto en el volumen de solicitudes admitidas (sólo el 25% de las solicitadas) y por el periodo en el que se hacen efectivas. Los ERTEs se han flexibilizado como consecuencia de la publicación del Real Decreto-ley 18/2020, de 12 de mayo, de medidas sociales en defensa del empleo, permitiendo una mayor adecuación económica entre la capacidad productiva y la generación de ventas.
Por último, se llegó a la conclusión de que, a medio plazo, el horizonte económico continúa siendo muy incierto, pues la recuperación dependerá, en gran medida, de la mejora de la situación sanitaria y, por tanto, de la rapidez de las provincias para ir avanzando en las fases más avanzadas del estado de alarma. Finalmente, se destacó la importancia que tendrá esta situación en los hábitos de consumo, haciendo especial énfases en una producción más respetuosa en el medio ambiente, así como a no repetir los errores del pasado, dejando atrás a los más vulnerables y aumentando las cifras de exclusión social provocadas como consecuencia de la última crisis financiera de 2008.
CONFERENCIA: EFECTOS DE LA CRISIS EN LA PYME Y CÓMO AFRONTARLA